Estrategias experimentales de adaptación en Naucalpan: dinámicas de movilidad y sostenibilidad ambiental

Foto de grupo de personas en una calle pintada
Personas voluntarias al terminar la delimitación de los cruces peatonales y bahías de ascenso y descenso, con una intervención de urbanismo táctico. © Erik Cisneros

Naucalpan de Juárez, en el Estado de México, forma parte de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) y limita con dos alcaldías de la Ciudad de México. Este municipio es uno de los que más viajes genera y recibe en la región, con más de un millón de viajes diarios durante la semana. Más de la mitad de estos viajes se realizan en transporte público, y el 15.9% son para actividades de cuidado, realizadas principalmente por mujeres caminando.

Desafíos de movilidad y cambio climático

El 87% de la flota vehicular en Naucalpan es motorizada, lo que contribuye significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero. En 2014, el sector transporte generó el 52% de las emisiones totales de GEI en el municipio. Además, un diagnóstico de calidad del aire realizado en 2021 identificó altas concentraciones de ozono y dióxido de nitrógeno generadas por fuentes móviles, superando los límites recomendados y presentando riesgos para la salud pública y ecosistémica.

Proyecto experimental: Parabús Ecológico

Para abordar estos problemas, el Laboratorio Urbano de Naucalpan desarrolló cuatro proyectos experimentales de bajo costo y fácil implementación. Uno de estos proyectos fue la construcción e instalación de un parabús ecológico en la Av. 16 de Septiembre, una calle que conecta vialidades primarias con zonas comerciales y de servicios. 

Características del Parabús

El parabús se instaló frente a una clínica de medicina familiar y se diseñó con base en necesidades y requerimientos identificados en encuestas y aforos realizados a los usuarios, reuniones con representantes de transportistas, autoridades locales de movilidad y tránsito e integrantes de los Consejos de Participación Ciudadana (COPACI). Incluye un techo verde con vegetación de bajo mantenimiento, una cubierta amplia para proporcionar sombra, y un sistema de captación de agua de lluvia para regar la vegetación. También se creó un espacio accesible para personas con movilidad reducida, se añadió una banca y un columpio como elemento lúdico. Además, se delimitaron los cruces peatonales y las bahías de ascenso y descenso para el transporte público mediante acciones de urbanismo táctico.

Evaluación y resultados

Tras la instalación del parabús, se realizó un ejercicio de operación del tránsito vehicular para medir los impactos en la calidad del aire utilizando monitores de bajo costo. Los resultados mostraron una sensible reducción en los niveles de PM2.5. Según una encuesta de evaluación socioambiental, los usuarios destacaron el aumento de sombra, la ubicación adecuada, el diseño ecológico y la mejora en la calidad del aire. Más del 95% de los encuestados considera que el modelo debería replicarse en otras zonas del municipio.

Importancia de la infraestructura para el transporte público sostenible

Este proyecto demuestra la importancia de desarrollar soluciones innovadoras y sostenibles que aborden los problemas de movilidad y medio ambiente de manera integral. El transporte público es crucial para la mitigación del cambio climático y la promoción de la equidad de género, reduciendo las emisiones de GEI y avanzando en la reducción de desigualdades. Una infraestructura de transporte público robusta y equitativa es esencial para la sostenibilidad ambiental y social.

Para visualizar el impacto de estas intervenciones, te invitamos a ver el timelapse de la transformación del parabús.